Nuevos tapones para botellas con las monedas del Bicentenario

Esta nueva serie de tapones para botellas de vino se denomina Monedas argentinas del Bicentenario y tiene como motivo principal incrustaciones de las monedas que se acuñaron respectivamente en 2010, 2013 y 2016.

Los tapones están torneados en maderas naturales, preferentemente duras, como algarrobo y guayubira. Son piezas únicas, totalmente artesanales.

El corcho también es torneado y está unido a la madera con un perno que asegura que la pieza soporte la manipulación reiterada en las botellas.

La madera, luego de torneada es pulida con lijas muy finas, lo que resulta en una superficie muy suave, en la que se puede apreciar la belleza de la veta de la madera. 

Finalmente la madera es tratada con de pulimento de fricción, o bien con laca al agua. El pulimento de fricción contiene laca, como el lustre tradicional y conserva al tacto la superficie natural, mientras que la laca al agua forma una capa muy brillante y duradera.

La serie se presenta en cajas de madera pintadas o lustradas, con bisagras y cierre magnético. Cada caja contiene dos tapones, cada uno con una cara de la monedas elegida y una base, también de madera torneada y pulida, sin lustre ni laca. La base permite exhibir los tapones y preservarlos de golpes.

1810-2010 Bicentenario de la Revolución de Mayo.
Serie de monedas de $ 1 alusivas al Bicentenario de la Revolución de Mayo. Son 5 versiones con las imágenes de los paisajes “Pucará de Tilcara”, “El Palmar”, “Aconcagua”, “Mar del Plata” y “Glaciar Perito Moreno”, representativos de las regiones de la Argentina. En el reverso lleva la representación del sol naciente. 

1813-2013 Bicentenario de la Primera Moneda Patria.
La Asamblea del Año XIII aprobó la acuñación de la Primera Moneda Patria. Dicha pieza reproducía en una de sus caras la figura de un sol incaico “Inti” y el sello de la Asamblea del Año XIII en la otra. Para conmemorar su bicentenario, en 2013 se emitió una moneda de $ 1 que la reproduce. 

1816-2016 Bicentenario Declaración de la Independencia.
Moneda de $ 2, homenaje a la gesta patriótica argentina del 9 de julio de 1816. Lleva el gorro frigio, como símbolo de la libertad, sostenido por la pica, representación de la defensa de la patria y las manos entrelazadas, expresión de la unión y la hermandad de los pueblos de las Provincias Unidas del Río de la Plata. 

 

 

De lavarropas a torno alfarero

Cuando el lavarropas dejó de cumplir con su trabajo después de 10 años y tras la sentencia del técnico de que ya no era conveniente repararlo, comencé a despiezarlo, cosa que hago con todo artefacto que sale de circulación en casa.
Por supuesto que las partes o piezas que conservo dependen del lugar que ocupen y su posible reciclado, reconversión o futura posible utilidad. En este caso el motor seguía funcionando, entonces fue el objetivo principal.
Mientras lo desarmaba recordé que Raquel, mi señora, quien hace artesanías en cerámica, mencionó que le interesaría aprender a manejar un torno alfarero. Entonces se alinearon solas las piezas y de golpe me dí cuenta que tenía casi todo lo necesario: el motor, la cuba estanca, el eje vertical, el soporte de la base del tanque giratorio, la caja de rulemanes y la bancada metálica que soporta todo el conjunto. Hasta los tornillos y bulones sirvieron. El resto era construir una estructura de madera, ajustar la velocidad y completar el circuito eléctrico.
Un torno de alfarero gira en forma constante a una velocidad aproximada a 150 rpm y el motor del lavarropas en cuestión tiene dos velocidades (una de 280 para el lavado y otra de 2800 para el centrifugado), entonces utilicé solamente la velocidad baja y una reducción a la mitad con una polea en el eje del motor de 5 cm. y otra en el eje de 10 cm. La velocidad quedó en 140 rpm.

Primero los niños

Con apenas dos años y medio, mi nieta Ámbar es quien más se ha beneficiado de la carpintería del abuelo. Primero fue la cuna, luego una serie de juegos didácticos, un teatrito de títeres y finalmente un caballito balancín.

Un cuenco con el cedro de la esquina

Hace unos días cortaron unas ramas gruesas de un árbol de la esquina de mi casa. Este buscador de maderas en desuso aprovechó la poda y allá fue a buscar algunos trozos.

A simple vista llamé araucaria, pero mi vecino, ingeniero agrónomo, me corrigió certeramente. Se trata de un gran cedro amarillo. Otro vecino me ayudó con su motosierra y logré varios trozos aptos para cuencos, previo pintar las testas.

Luego de preparar el trozo seleccionado le di forma a la parte exterior y luego a la interior, dejando la pared de la pieza más gruesa que el espesor definitivo. Eso porque al secarse la madera puede deformarse un poco y pasados unos seis meses habrá que volver a tornear para darle la forma final; esto siempre que la pieza no se raje y haya que descartarla.
 

Comprar artesanía / vender atesanía

En viajes y paseos una de las cosas que más disfruto es recorrer ferias, admirar y comprar artesanías. Muchas veces me he quedado perplejo o impotente ante el precio de alguna pieza que no pude comprar porque estaba fuera de mi escala económica.

 

En esos casos y siempre que deseo una pieza artesanal, me remito al trabajo del artesano, el valor de su conocimiento, sus habilidades, su tiempo, sus máquinas y herramientas; también al valor de los materiales utilizados.Ahora que trato de vender algunas de las piezas artesanales que produzco, y a la hora de ponerles un precio “justo”, también considero todas aquellas variables y finalmente debo relativizar el valor del tiempo invertido y de mi trabajo, para así llegar a un precio “razonable”.Entonces me pregunto: ¿Qué es un precio justo y qué es uno razonable?Se supone que el precio justo es aquel que considera los intereses de comprador y vendedor y llega a un equilibrio satisfactorio para ambos . Mientras que el precio razonable es el que el comprador puede pagar.

Feria del Club San Martín

 El domingo 14 de abril participamos con Raquel en la Feria de artesanos de nuestro barrio, en el Club San Martín. Llevamos pinturas, cerámicas y tapones de botellas. La feria es nueva y muy modesta, pero para nosotros es muy importante, porque es de nuestro barrio y pudimos comprobar que tenemos muchos vecinos artesanos.